martes, 31 de enero de 2012

Jack Canfield y Mark V. Hansen

Bendito don de dar

Corte Bennet nos habló de este incidente tocar, lo que sucedió en el autobús se dirigía a uno de los caminos rurales de la América del Sur.

Un asiento es una capa delgada de pelo blanco, viejo, que tenía en la mano un ramo de flores frescas. Al otro lado del pasillo estaba sentada una chica, con entusiasmo admira el vecino colores. Finalmente llegó el momento del anciano para ir, y luego instintivamente puso las flores en mi niña rodillas.

- Veo que te haya gustado - explicó - y, ciertamente, mi esposa también estaría contento si se llega a usted.

La muchacha aceptó el regalo, y luego vio que el viejo se bajó del autobús y se dirigió a través de las puertas de un pequeño cementerio.

Un amigo mío llamado Pablo recibió de su hermano como regalo de Navidad un coche. Justo antes de Navidad, cuando Pablo salió de su oficina, un niño de la calle situándose en torno a un coche nuevo y brillante, abiertamente su admiración.

- Es su coche, señor? - Le preguntó. Pablo asintió con la cabeza.

- Mi hermano me lo regaló para Navidad. El niño estaba asombrado.

- ¿Quieres decir que recibió el coche de su hermano y no te cuesta nada? Mi amigo, cómo me gustaría ...

Oh, por supuesto, Paul sabía lo que era esta criatura! Para él era el hermano rico misma. Sin embargo, lo que dijo fue una completa sorpresa para Pablo.

- ¡Cómo me gustaría, - continuó el muchacho - en el lugar de su hermano.

Pablo miró con asombro a su compañero, entonces bajo la influencia de ráfaga interna preguntó:

- ¿Quieres que te lleve?

- Oh, sí, con mucho gusto.

Después de un corto viaje el chico se dirigió a Pablo y con los ojos brillantes, dijo,:

- Señor, ¿podría reducir la velocidad en frente de mi casa?

Pablo sonrió débilmente. De nuevo parecía como si él sabe qué pensar acerca de su interlocutor. Sin duda, los quiere a todos los vecinos lo vieron regresar a casa en un coche grande y hermosa. Pero Pablo estaba equivocado.

- Basta, por favor, aquí, al lado de estos dos pasos, - preguntó el niño.

Subió corriendo las escaleras. Después de unos momentos, Pablo volvió a oír sus pasos, pero esta vez pisó con cuidado, ya que lleva sobre los hombros de su hermano menor paralizado. Lo sentó en el escalón inferior, cerca de él y señaló el coche:

- ¿Ves, Buddy? Y todo porque, como te dije arriba. Su hermano le dio un coche por Navidad, y no le costará ni un céntimo. Y algún día le dará exactamente lo mismo ... de modo que usted puede elegir entre uno de los regalos hermosos que he visto expuesto en las ventanas y las vacaciones en que iba a decir.

Pablo salió y se sentó paralítico, tendido en el asiento delantero. Su radiante de felicidad hermano mayor se colocó detrás, y tres de ellos fueron a un paseo inolvidable Navidad a través de la ciudad.

Durante la noche antes de la fiesta, Pablo entendió que quería decir Jesús cuando dijo: "bienaventurado es dar que recibir ..."

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